El
Estadounidense John McAfee, fundador de la compañía de seguridad y del
software antivirus bautizado con su propio apellido ha creado «una plataforma de mensajería sin precedentes». Y
es que el mayor objetivo de Chadder es la de «mantener las
comunicaciones privadas», de forma que terceras personas u
organizaciones no puedan acceder a ellas.
"John McAfee ha
sido noticia durante los últimos años por tener una vida de auténtica
película de acción. El fundador de McAfee ha sido acusado de asesinato,
ha estado en busca y captura y ha visto como su vida se adaptaba en un
guión cinematográfico. Después de todas esas aventuras, McAfee ha
decidido volver al mundo de la seguridad y la informática y su objetivo
ha sido diseñar equipos y sistemas antiespionaje. (+ en la reviste wired)
En concreto, McAfee ha estado buscando sistemas con los que evitar que
la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, por sus siglas en
inglés) espíe a los usuarios. Así, en un principio McAfee planeó un
dispositivo móvil antiespionaje y ahora ha creado una aplicación de
mensajería instantánea que tiene el mismo objetivo.
La app en cuestión ha sido bautizada como Chadder. Según el propio
McAfee, se trata de "una plataforma de mensajería sin precedentes". El
objetivo de Chadder es "mantener las comunicaciones privadas", de forma
que terceras personas u organizaciones no puedan acceder a ellas."
WhatsApp:
Las comunicaciones instantáneas, a pesar de haber mejorado bastante, siguen siendo un punto débil, Whatsapp es la más utilizada (500 millones de usuarios), pero la seguridad en sus comunicaciones es débil, ya que la clave para cifrar los mensajes se envía cuando iniciamos sesión, y esta se transmite con poca seguridad. Es como si guardáramos nuestros objetos de valor en una caja fuerte y dejáramos pegado en la puerta un post-it con la combinación para abrirla.
Aunque el mayor problema relacionado con la seguridad en WhatsApp es la facilidad con la que se puede suplantar la identidad de otra persona, debido al sistema que utiliza la aplicación para identificarnos.
Por ejemplo, un reciente estudio sobre la aplicación ha demostrado que se puede hackear el archivo encriptado en el dispositivo que contiene el historial de los mensajes, y todo en pocos segundos y con un script sencillo.
Más información sobre cómo configurar la privacidad en whatsapp en este estupendo artículo de la Vanguardia.
Telegram:
Dispone
de un cifrado que la propia compañía califica de “indescifrable” lo que
hace muy difícil que terceras personas puedan leer nuestros mensajes
aunque los intercepten.
"Muchos
recordaréis que los creadores de la aplicación propusieron una
recompensa de 200 mil dólares para quien consiguiera hackear el
protocolo de seguridad MTProto de Telegram. Para algunos, este “desafío”
representaba un válido argumento a favor de la fiabilidad del producto.
No obstante, hay que decir que este concurso, en el cual había que
descifrar un mensaje transferido de un remitente a un destinatario,
ponía en evidencia el hecho de que hackear el sistema no constituye la
manera más eficaz para poner a prueba de manera completa la aplicación
entera. Un periodista de la página web cryptofails.com ha
notado que el algoritmo MTProto es altamente inseguro y no fiable, ya
“que ignora todos los estudios de criptografía más importantes
publicados durante los últimos 20 años”; el periodista ha sugerido a los
desarrolladores de Telegram que contactaran con verdaderos expertos de
criptografía.
Otro
detalle curioso: aunque en la base de Telegram haya un protocolo de
seguridad bastante complejo, la aplicación es vulnerable a los ataques
directos. No estamos hablando de acciones complicadas sino de algo más
básico. El usuario, cuando se registra, recibe un SMS y tiene que
introducir el código de seguridad recibido para activar la aplicación.
Pero si un hacker se apropia del mensaje que ha recibido el usuario,
puede activar su copia de la aplicación con el código de otra persona y,
en consecuencia, recibirá todos los mensajes enviados a la víctima."
También ofrece la posibilidad de enviar mensajes que se auto eliminan tras un tiempo programado y utilizar un sistema todavía más seguro denominado chat secreto.
Los
chats secretos usan cifrado de móvil a móvil de modo que nadie excepto
los interlocutores puede leer las conversaciones. Además, permiten la
autodestrucción de los mensajes y evitan que éstos puedan ser
reenviados. Para asegurarse de que Telegram no tiene acceso a la
conversación, ambas personas tienen que comprobar que comparten la misma clave. Para ello se pueden utilizar las “claves visuales”, aunque esto reduce la usabilidad de la aplicación.
Y otra importante mensajería instantánea anti espías:
HERMES:
Un cifrado indescifrable: Su funcionamiento es sencillo, pero a la vez muy potente, y nos hace pensar que de verdad estamos ante algo muy fuerte y sin fisuras. Cuando un usuario envíe algún mensaje, este se cifrará en una fotografía utilizando un sistema de doble cifrado con esteganografía. De esta forma, la única forma de leer el contenido que está cifrado en la imagen será utilizando la clave que tiene el receptor del mensaje. A todo esto hay que añadir que Hermes no usa en ningún momento los datos personales que se almacenan en el teléfono. Una medida de seguridad adicional.
La instalación de Hermes no se puede realizar ni desde Google Play ni desde App Store. Para poder tenerlo necesitaremos enviar el teléfono a la propia empresa, dónde sus trabajadores instalarán el programa de forma manual. Hasta ahí llega su seguridad.
Los menos seguros, aunque lo parezcan:
En cierto sentido, se trata de una aplicación única: todos los mensajes de Confide vienen en
unos
rectángulos sin texto, el cual es visible solo cuando se hace clic en
los rectángulos. Además, la aplicación no permite almacenar los mensajes
por mucho tiempo así que nadie podrá descubrir vuestra correspondencia.
Si se intenta sacar un pantallazo del mensaje, el programa reenvía al
usuario a la lista de contactos y el interlocutor recibirá la respectiva
notificación. Estas funcionalidades muy evidenciadas por los
desarrolladores hacen que se pueda leer un mensaje pero no se puede
guardar. Pero hay otra cosa: si el usuario quiere guardar el mensaje, en
lugar de hacer un pantallazo puede utilizar una cámara para registrar
la comunicación palabra por palabra. Por esto, se trata de un programa
que ejecuta el “teatro de la seguridad”, o sea a través de las varias
funcionalidades se crea una ilusión de seguridad. Puede venir bien para
los que quieren jugar a los agentes secretos.
WICKR:Declara ser una solución que no deja rastro de los mensajes en el dispositivo: borra (en
algunos caso de manera irrevocable) el historial de mensajes de la
memoria del dispositivo y del servidor, protege los mensajes con
algoritmos de seguridad de alto nivel, proporciona herramientas para
decidir cuánto tiempo se quedará el mensaje en el dispositivo del
destinatario y deshabilita la posibilidad de copiar los mensajes. Tal
como la aplicación anterior, hay algunas limitaciones técnicas debidas a
las funcionalidades de los smartphones: todo este sistema funciona
poco frente a las cámaras integradas de cualquier dispositivo móvil. (+)
Y LOS MÁS SEGUROS:
Uno de los pocos proyectos desarrollados por unos famosos gurús de la
criptografía. La ventaja es que se pueden borrar enteramente los
mensajes sin dejar ningún rastro: ni el remitente ni el destinatario
pueden recuperar los mensajes desde sus dispositivos. Esta funcionalidad
se activa automáticamente o manualmente: después de que haya pasado
algún tiempo, los mensajes se borran automáticamente de la cuenta. Pero
el mérito principal es que se aplica un óptimo sistema de encriptación,
así que es prácticamente inútil para los cibercriminales intentar
acceder a los mensajes. De todas formas, la app cifra no solo mensajes
sino también vídeos y notas audios. Por el resto, en este servicio hay
un montón de defectos, empezando par un procedimiento de registro
bastante ambiguo y terminando por el precio: la suscripción anual a
Silent Circle cuesta 100 dólares (más o menos 73 euros).
Textsecure (Ha sido recomendado por Edward Snowden)
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